18.2.10

Mi voz, mi canto. Mi arrepentimiento

Miro al cielo.

Elevo mi voz, mi canto,
mi llanto.

No puedo evitar
que mi mente vuelva a recordar
días pasados en las que, una y otra vez,
seguía, ciega, a donde mi mente no dominaba mi ser.

Dios mío...
permíteme olvidar,
de mi pasado liberar
mi alma, mi corazón
y la voz de mi conciencia calmar..

Dolorosa traición experimenté
creyendo estúpidamente
en palabras vacías..
Ataduras para mi alma,
que al final la destrozaron completamente.

Ay, Dios mío.. Dios mío..
Padre de mi alma..

Mi corazón pide a gritos venganza,
llena de odio y rencor,
pero mi voz se niega a alzar..
Solo pide perdón.

Destrozada,
mi alma irreconocible,
cada día que pasa
se aleja más de lo que fue.

Sin darme cuenta,
un cascarón se fue cerrando sobre mí.
Encerrada en mi propia desdicha
ignoro aquello que podría ser si
mi mente dejara volar.